Si pensabas que Apple tenía intención de continuar fabricando el iPhone hasta el fin de los días, quizá te lleves una decepción. Porque la empresa de la manzana y, en especial Tim Cook, tienen intención de llevar a cabo un relevo generacional absoluto que hará que sus smartphones desaparezcan.
Llevamos años hablando sobre móviles de la competencia que podrían llevar a que el iPhone acabe fracasando. Y lo cierto es que la fama de los móviles de Apple está demasiado arraigada entre su comunidad de seguidores. Así, aunque marcas como Samsung y Xiaomi fabriquen unos móviles realmente potentes, los iPhone siguen al pie del cañón. No obstante, esto podría llegar a cambiar. Y no sería ningún rival el que acabaría con el reinado del móvil, sino que se trataría de la propia Apple.
La obsesión de Apple
No sabemos qué pensaría Steve Jobs si llegase a ver lo que está ocurriendo con Apple y los iPhone. Quizá él dijera que Apple está tardando incluso demasiado tiempo en cambiar de aires y presionaría a su equipo hasta el infinito para que volvieran a sorprender al mundo. La cuestión es que Tim Cook, según leemos en Bloomberg, está totalmente obsesionado con otro dispositivo de la marca. Y se trata de las Apple Vision Pro o, al menos, de una versión totalmente distinta que mantenga el mismo tipo de tecnología, pero con cambios y modificaciones para que pueda llegar a más s. Dicho de otro modo, unas gafas de realidad aumentada que no serán necesariamente unas Vision Pro, pero que contarán con su filosofía.
Una fuente anónima que ha hablado con Gurman en Bloomberg le ha comentado que “A Tim Cook ya no le importa ninguna otra cosa. Es lo único en lo que realmente está invirtiendo su tiempo desde el punto de vista del desarrollo de producto”. Por lo tanto, se podría confirmar que sí, que el iPhone no solo no es una prioridad, sino que se habría convertido en un dispositivo de lastre, un producto que sigue dando ingresos, pero que tienen intención de abandonar en cuanto les sea posible.
Además, también se menciona que a Cook le preocupa mucho que Meta pueda dar el salto al mismo terreno y lanzar sus gafas de realidad aumentada primero. Quieren ser los primeros que popularicen este tipo de tecnología, pero, para ello, tienen que solucionar problemas de rendimiento, de batería y de comodidad. Al mismo tiempo, tienen que plantearse la manera de evitar que necesitemos usar el iPhone y que podamos redirigir toda nuestra actividad a las gafas. No es fácil, pero la obsesión de Apple por cambiar el rumbo del mercado les ha funcionado en otras ocasiones. Quizá esta vez también lo logren. O podrían fracasar estrepitosamente, dejar el iPhone totalmente desfasado y no llegar a triunfar tampoco con las gafas de realidad aumentada. El futuro de Apple es incierto.