La inteligencia artificial nos rodea y está tan presente en nuestro día a día que incluso ha aparecido en WhatsApp a través de Meta AI. De manera irremediable, hasta si intentamos mantenernos al margen de esta tecnología, ya está entre nosotros. Por eso, tendrías que ser consciente de aquello que nunca deberías compartir nunca con la IA.
Si algo está marcando el desarrollo tecnológico de los últimos años es la expansión de la IA. Hemos visto cómo se iba introduciendo en todo tipo de programas y recursos. Las empresas confían en ella para mejorar sus funciones, conseguir facilitar el día a día a los s y romper fronteras. Pero no deberíamos compartir todo con la inteligencia artificial a la ligera.
Todo está conectado
El problema de la IA, es que tenemos que entender bien que el concepto de usar estos programas va más allá de tener un software con el que hacemos algún tipo de función. En realidad, todo lo que introducimos y pasamos por la IA, es sensible de formar a pasar parte de ese conocimiento que tiene la misma. Algunos expertos insisten en que esa es, sin duda, una de sus ventajas. A una gran parte del sector tecnológico le gusta que la IA pueda ir creciendo y evolucionando en lo referente a conocernos más, a tener más información nuestra y a ofrecernos una experiencia más personalizada. ¿Pero dónde se deberían encontrar los límites?
Por supuesto, tampoco deberías compartir el número de tu DNI o tu pasaporte. Por lo general, este tipo de datos deberían mantenerse en privado. Si estás compartiéndolos con alguien en WhatsApp, aunque quizá tampoco sería una buena idea hacerlo, es preferible que no uses las funciones de repasar mensajes de su IA. Eso ya haría que el texto pasara por la inteligencia artificial de WhatsApp y tampoco se sabe qué puede llegar a implicar en un momento dato. Asimismo, otros datos personales, como la fecha de nacimiento, la cual utilizamos para muchos sistemas de verificación de identidad, tampoco deberíamos compartirlos con las IA. Todo ello podría hacer que nuestra privacidad se viera afectada y que los datos, en algún momento, pudieran dejarnos en una situación problemática.
Cómo no, tampoco hay que compartir con las IA datos bancarios y, ni mucho menos, información confidencial sobre nuestro trabajo. Es importante, como decíamos, que entendamos mejor cómo funcionan la IA y que lo que estamos hablando con ellas no tiene que ser necesariamente privado. Cuanto más protejamos nuestra privacidad, más seguros estaremos en situaciones sensibles que se puedan producir.