Los enfrentamientos en el mar forman parte del núcleo de las guerras y todos los países están buscando formas de mejorar sus recursos. Si hace poco China desveló que trabajaba en un sistema que les permitiría detectar hasta los submarinos más sigilosos, ahora otro país desvela que utilizará un arma contra torpedos que podría cambiar la forma de combatir.
En el año 2028 está previsto que termine la fabricación de un arma ATT (Anti-Torpedo Torpedo) que está generando una gran expectación. Su producción se lleva a cabo en Europa, en el marco de la PESCO (Permanent Structured Cooperation) con Alemania al frente y Países Bajos tomando un papel activo que les permitirá tener al arma con rapidez. Según acaban de mencionar desde la nación, para 2029 ya esperan tener esta arma ATT en funcionamiento y lista para proporcionarles la máxima protección imaginable.
Un arma que será trascendental
La forma de combatir está evolucionando en todos los ámbitos y el combate marino no es una excepción. En los últimos tiempos han aumentado las ofensivas con drones y los ataques con torpedos cada vez más poderosos. Debido a ello, en Europa saben que necesitan nueva tecnología con la que poder hacer frente a estas posibles amenazas que lleguen a través del mar. El desarrollo del arma ATT será fundamental y, tras verse un primer prototipo, no se ha dudado en invertir un elevado nivel de presupuesto. Desde Países Bajos, por ejemplo, estiman que la inversión en el arma contra torpedos estará entre los 250 millones de euros y los mil millones en un periodo de entre 2025 y 2039. Al fin y al cabo, no solo se trata de desarrollar el arma, sino después de implementarla y de contar con ella en la mayor cantidad posible de instalaciones.
Para lograrlo utiliza un sistema magnético que sorprende por su precisión. Su uso sería la respuesta a los problemas que tienen las herramientas actuales que se utilizan para detectar submarinos, dado que se trata de sistemas que no cumplen con todas las exigencias en determinados entornos. Así, en algunos lugares, sufren puntos ciegos que les impiden detectar presencia enemiga. Es de imaginar que, después de la creación de estos nuevos drones, otros países sigan la misma estela para introducir sistemas similares. Con ello se puede comprobar cómo el combate marino sigue progresando aprovechándose de la última tecnología para marcar la diferencia respecto a la forma de combatir del pasado.