La comunidad científica está totalmente revolucionada desde que se haya descubierto que parece que hay vida en otro planeta. Eso sí, la sorpresa ha sido tan grande que parece que los expertos no se lo creen. Por ahora, piden precaución.
La humanidad lleva buscando vida en otros planetas desde hace décadas. Se ha transformado en una obsesión sin límites. Por eso, cuando usando el telescopio espacial James Webb se ha llegado a descubrir una prueba bastante tangible de la existencia de vida, los científicos han pedido guardar calma. El lugar es el planeta K2-18b, el cual está convirtiéndose en uno de los temas más comentados entre los amantes de la ciencia ficción y la astronomía.
¿Por qué se cree que hay vida?
Por algo tan sencillo y, al mismo tiempo, tan complejo, como que se hayan detectado moléculas de dimetilsulfuro en la atmósfera del planeta en cuestión. Y, como ya te puedes imaginar, esas moléculas no aparecen de la nada sin motivo alguno. En nuestro planeta, estas moléculas, por ejemplo, las generan las algas marinas. Al mismo tiempo, también se han detectado moléculas de disulfuro de dimetilo, la variante química del otro componente.
La teoría sobre el encuentro de estas moléculas se escribe sola. Según mencionan los especialistas, creen que lo que se podría encontrar en el planeta K2-18b sería un mundo oceánico. Es decir, una sociedad marina, ya sea de criaturas marinas o, quién sabe, de cualquier otra cosa. Pero la biofirma que han encontrado es clara y evidencia que este planeta que se encuentra en la constelación de Leo esconde algo que desconocemos. Además, la cantidad de moléculas es elevada, por lo que no se trataría de algún tipo de error o de falso positivo.
Pero no todo el mundo confía en ello. Según estos resultados, K2-18b es un planeta oceánico que se encuentra a un total de 120 años luz partiendo en un viaje desde la Tierra. La distancia hace que se trate de un lugar viable para su posible análisis en mayor profundidad. Al mismo tiempo, se llega a estipular que la superficie del planeta será simplemente océano. Es decir, el océano estará tan alto que prácticamente estará casi en o con las nubes. No sería, por lo tanto, un planeta válido para el escape de la humanidad en una situación de riesgo. Pero sí podría significar el encuentro de una sociedad alienígena que resida en el agua o, como poco, de algún tipo de criatura o seres de algún tipo.
Para poder confirmar que la teoría es cierta, se está exprimiendo el uso del James Webb de manera extrema. Al mismo tiempo, se llevarán a cabo más cálculos e investigaciones. Pero, aunque haya quienes lo intenten tapar o científicos que no se lo crean, por ahora este es el mejor indicio que nos pone rumbo al encuentro de vida extraterrestre.