Telefónica no atraviesa su mejor momento mientras sus acciones coquetean con los mínimos históricos en bolsa. Esto no es ningún secreto, pero lo cierto es que las consecuencias de todo esto pueden ser imprevisibles. La compañía se considera como estratégica para el futuro del país, por lo que todo lo que la rodea centra la atención (y preocupación) del Gobierno de turno. De hecho, el ejecutivo español presidido por Pedro Sánchez está muy atento a todos los movimientos y no esconden la preocupación ante una posible OPA hostil a Telefónica por parte de una operadora extranjera o un fondo de inversión.
En la sesión de hoy, Telefónica ha tocado los 5,24 euros, su valor histórico más bajo, aunque finalmente ha cerrado en 5,34 euros. Desde finales de noviembre su valor ha caído un 23% y ahora mismo la capitalización de la empresa es inferior a los 28.000 millones de euros, una cifra muy preocupante teniendo en cuenta que su mejor momento la operadora llegó a superar los 100.000 millones de capitalización bursátil en 2007.
Revisar la evolución desde el mes de noviembre es importante debido a que por aquel entonces José María Alvarez-Pallete, presidente de Telefónica, anunció la restructuración de la compañía en base a cinco decisiones. Entre ellas, focalizarse en 4 mercados principales (España, Brasil, Alemania y Reino Unido), crear varias unidades de negocio nuevas o fijar un nuevo modelo organizativo de Grupo y en España.
Todo esto se hizo con la intención de recuperar la confianza de los mercados, pero la situación ha ido a peor con el paso de los días. Su situación y su valor bursátil han encendido todas las alarmas ante una posible OPA hostil a Telefónica, según publica
El Coronavirus preocupa a los mercados y pasa factura todas las empresas
Desde que Italia confirmara los primeros casos los mercados no levantan cabeza. Una tormenta perfecta que afecta a Telefónica y por supuesto a todas las empresas que componen el selectivo español. Por ejemplo, el Banco Santander también está en mínimos históricos y su presidenta Ana Botín ha tenido que salir al rescate comprando un millón de títulos. Otras compañías como IAG se han dejado en diez días un 35% de capitalización bursátil. Tiempos complicados para la economía con un Gobierno está preocupado por una posible OPA y por el desarollo del 5G que depende en gran medida de empresas como Telefónica.